LA HISTORIA

Mi nombre es Carolina y me gusta pensar que el crochet me eligió a mí, mucho antes de que yo supiera cuánto transformaría mi vida. Pero para entender el origen de la Chinchilla Tejedora hay que viajar un poquito hacia atrás, a mis primeros años de infancia.

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Desde muy pequeña me apodaron “Chinchilla”. El apodo nació porque mi risa era contagiosa, y porque mi carita recordaba a una pequeña ardilla juguetona. Esa mezcla de inocencia y alegría fue quedando como parte de mi identidad: la Chinchilla, risueña y llena de energía.

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Con el paso del tiempo apareció en mi vida una gran pasión: tejer a crochet. Lo que comenzó como una curiosidad sencilla se convirtió en mi refugio creativo, en un espacio donde podía soltar preocupaciones, enfocarme en mis manos y dejar que un ovillo se transformara, puntada tras puntada, en algo completamente nuevo. El crochet me enseñó paciencia, me regaló momentos de calma y me abrió las puertas a un mundo infinito de posibilidades creativas.

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Decidí reunir esa parte de mí —la chinchilla alegre y soñadora— con la gran pasión que descubrí en la vida adulta: el arte de tejer. Y así nació la Chinchilla Tejedora, es la representación de todo lo que el crochet significa en mi vida. Representa el cariño de un trabajo hecho a mano, la paciencia necesaria para avanzar con cada puntada, la creatividad que se despliega en cada proyecto y, sobre todo, la alegría de compartir este arte con otras personas.

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Hoy, te invito a mirar el crochet no solo como una técnica, sino como un camino donde se tejen también historias, emociones y momentos compartidos. Y cada vez que comparto lo que amo con quienes llegan a mis talleres, confirmo que la Chinchilla Tejedora tiene una misión: mostrar que tejer es un acto de amor y de conexión, con nosotras mismas y con los demás.

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Por eso, cuando entres a este mundo, no entras sola. Me comprometo a guiarte puntada a puntada y celebrando contigo cada logro, cada descubrimiento y cada creación. Porque tejer es más que un pasatiempo, es bordar la vida misma con hilos de color y esperanza.